El bienestar como estilo de vida

Por: Valentina Forero Arjona

Ser joven o sentirte bien a diario, hace que gran número de personas olvide la importancia de la prevención y la conciencia en nuestra salud.

Fue así como a la edad de 20 años me diagnosticaron una enfermedad llamada Síndrome de Cushing. La realidad es que jamás imaginé enfrentarme a la palabra enfermedad, menos a esa edad y más aún cuando me sentía tan bien.

Puedo recordar cómo mis días cambiaron en un abrir y cerrar de ojos.

Desde ese momento empecé una búsqueda por soluciones y complementos adicionales a los que me proporcionaba la medicina tradicional. Poco a poco me fui apasionando por un mundo de conocimiento no muy popular y por todo lo que nos brinda la naturaleza como solución a muchas dolencias o enfermedades.

Después de mucho leer, investigar y estudiar, llegaron a mí los adaptógenos, principalmente porque me causaba mucha curiosidad la Medicina Ayurvédica. Según esta corriente, la Ashwagandha podría ayudarme a mejorar la tolerancia y la resistencia al estrés, entre muchos otros beneficios.

La relación con la vida cambia cuando pierdes algo que jamás imaginaste, como lo es la salud. Lo que hace que la valores más y quieras darle lo mejor a tu cuerpo.

Empecé con el consumo de Ashwagandha para tener una forma más llevadera de lo que la vida me iba poniendo día a día. Inicialmente los cambios no fueron muy notorios pero con el pasar de las semanas pude notar como mi cuerpo tenía mayor y mejor rendimiento.

Muchas veces me costaba mucho levantarme en la mañana, era un sentimiento como de no haber descansado lo suficiente, cuando mis horas de sueño eran más que óptimas. Poco a poco esta sensación fue mejorando y en el día, puedo asegurar que mi nivel de energía era mucho más alto.

En cuanto al estrés del día a día, me ayudaba de gran manera manejarlo. En ocasiones tomaba dos cápsulas de 500 miligramos cada una de Ashwagandha Pangea en la mañana y otra al medio día, ya que me funcionaba para relajarme.

Para mí, es muy importante conocer y tomar estos suplementos de empresas que tengan una filosofía en la que su prioridad sea garantizar productos de alta pureza y calidad, porque así mismo serán sus beneficios en nuestro organismo. Con productos 100 % naturales.

Por otro lado, un día leyendo sobre este adaptógeno, encontré que también aporta en funciones cognitivas como la memoria, la atención, la concentración y el sueño, y fue un cambio que vi evidenciado en mi vida. Leyendo un poco más sobre las recomendaciones para tomarla, decidí tomarla en la noche. Desde que cambie el horario, mi sueño a cambiado drásticamente. Usualmente me despertaba muchas veces en la noche y tenía un sueño muy ligero, pero desde que la tomo en la noche, todos estos síntomas desaparecieron poco a poco.

Actualmente, aún estoy en un proceso médico pero para mí el hecho de implementar los regalos que nos brinda la naturaleza, han hecho de mi proceso algo mucho más llevadero. Mis niveles de estrés han mejorado notablemente y en especial mi sistema inmunológico.

Con lo mencionado en los párrafos anteriores, puedo afirmar que gozar de salud es un tesoro enorme y muchas veces no somos conscientes de lo afortunados que somos por el simple hecho de tenerla.

Por eso tener pequeñas acciones como lo es la prevención es una excelente manera de cuidar de nosotros de una forma libre. Para sentirte mejor, para cuidar lo que en este momento te pertenece, para alimentar realmente este vehículo en el que llevamos la vida, antes de que sea esta la que te obligue a hacer grandes y drásticos cambios por volver a recuperarla.